Colaboradores de su Misericordia

En la multiplicación de los panes y los peces el Señor resuelve un problema puntual: se han quedado sin comida y pueden desfallecer. Pero su enseñanza a los apóstoles es eterna y llega hasta nuestros días: sed colaboradores de la Misericordia de Dios. Muchas veces somos testigos de ella, a veces beneficiarios de ella. El Señor nos pide que seamos colaboradores de ella.