Quizá hayamos olvidado el día más importante de nuestra vida. Un día que ya ha pasado, el momento en que más alto hemos estado. El día de nuestros bautismo es el día más importante. Fuimos hechos hijos de Dios, miembros de un pueblo, acogidos, salvados, para siempre. Tanta gente a la que se lo tenemos que agradecer. Al mismo tiempo, el bautismo nos compromete, con una vida concreta y completa. Y por último, el bautismo nos envía a anunciar y bautizar. Ayudar a la gente a recuperar a reconocer el bautismo.