Es un pecado capital que no da ninguna alegría. Con la primera sonrisa se nos llena el alma de amargura. Alegrarse por el mal ajeno, dura poco. Frente a la envidia, la caridad, el amor al prójimo, el mandato del Señor.
Media hora de oración cada día
Es un pecado capital que no da ninguna alegría. Con la primera sonrisa se nos llena el alma de amargura. Alegrarse por el mal ajeno, dura poco. Frente a la envidia, la caridad, el amor al prójimo, el mandato del Señor.