Muchas veces buscamos lo imperecedero en lo caduco. Sólo Dios perdura y merece la pena seguirle a Él. Lo encontraremos en la eucaristía.
Media hora de oración cada día
Muchas veces buscamos lo imperecedero en lo caduco. Sólo Dios perdura y merece la pena seguirle a Él. Lo encontraremos en la eucaristía.