Con el don de Temor de Dios el Espíritu eleva nuestro corazón para temer lo único que hay que temer, que es separarnos de Dios, y ser valientes y tener coraje ante todo lo demás.
Media hora de oración cada día
Con el don de Temor de Dios el Espíritu eleva nuestro corazón para temer lo único que hay que temer, que es separarnos de Dios, y ser valientes y tener coraje ante todo lo demás.