Cada vez que pedimos perdón en el cielo se monta una fiesta como no hemos conocido. Dios se llena de alegría y la difunde en todos los rincones porque su hijo ha vuelto a casa.
Media hora de oración cada día
Cada vez que pedimos perdón en el cielo se monta una fiesta como no hemos conocido. Dios se llena de alegría y la difunde en todos los rincones porque su hijo ha vuelto a casa.