En la mujer cananea nos encontramos un modelo perfecto de oración: con fe, confianza, perseverancia y humildad. Así debe de ser nuestra propia oración, al mismo tiempo que agradecida. El Señor no se olvida de su pueblo, siempre nos está esperando.
Media hora de oración cada día
En la mujer cananea nos encontramos un modelo perfecto de oración: con fe, confianza, perseverancia y humildad. Así debe de ser nuestra propia oración, al mismo tiempo que agradecida. El Señor no se olvida de su pueblo, siempre nos está esperando.