¿Qué es mejor: elegir o acertar?

Se tiende a equiparar la capacidad de elegir con la libertad y no es lo mismo. Uno puede esclavizarse al elegir si elige mal. O puede ser libre realmente si elige el bien. La clave no es elegir, sino acertar. Y esto se ve muy claro en el cristianismo: no se trata de elegir las partes que a uno le gusten, sino de acertar a darse cuenta de que hay una verdad más allá de lo que yo elija que debe ser buscada y que es la que nos hace libres y nos salva.