Nuestros sufrimientos nos permiten compartir con Cristo su pasión y su misión redentora. Esa participación les dota de sentido y aunque no los disminuye los hace más sencillos de llevar.
Media hora de oración cada día
Nuestros sufrimientos nos permiten compartir con Cristo su pasión y su misión redentora. Esa participación les dota de sentido y aunque no los disminuye los hace más sencillos de llevar.