Dios nos ha elegido como a tantos otros, como a todos, para una misión que es nuestra propia vocación, pero que es también siempre una vocación de salvación del mundo.
Media hora de oración cada día
Dios nos ha elegido como a tantos otros, como a todos, para una misión que es nuestra propia vocación, pero que es también siempre una vocación de salvación del mundo.