A través de la parábola de los viñadores homicidas descubrimos el amor genuino de Dios que supera la hipocresía de los hombres y nos anima a volver al amor primero de nuestra vocación a ser santos.
Media hora de oración cada día
A través de la parábola de los viñadores homicidas descubrimos el amor genuino de Dios que supera la hipocresía de los hombres y nos anima a volver al amor primero de nuestra vocación a ser santos.