Desde que Dios se encarnó, nuestro tiempo es susceptible de ser divinizado (santo).
Tema: Abnegación
Entre Lutero y Pelagio
Ser santo es dejarse amar por Dios y también esforzarnos por amar.
El sentido de la mortificación
La mortificación es necesaria para controlar nuestras pasiones y así ofrecer algo valioso a Dios y los demás.
No vendas el cielo por la tierra
Dios quiere regalarnos el Reino de los Cielos. Quiere para nosotros esa gran felicidad que ansía nuestro corazón y que sólo alcanzamos estando con Él. Pero nosotros muchas veces vendemos nuestra felicidad por quedarnos con las cosas pobres y caducas de esta tierra.
El ejército de los pequeños fieles
La vida de la Iglesia muchas veces parece que se acerca a su fin. Ataques desde fuera y también infidelidades desde dentro. Todo se salva por el Espíritu Santo, el Señor que no falta y un ejército de los fieles pequeños.
Una sola carne
Cristo es claro. El matrimonio es indisoluble. Pero no hay que temer, Él está para ayudarnos a que el matrimonio tenga éxito. Merece la pena.
«Prefiero el Paraiso» (mortificación 5G)
En la vida cristiana siempre ha sido considerada la mortificación como algo importante. De la mano de Newman meditamos sobre porque es importante la mortificación y cómo podemos vivirla en nuestro tiempo
Mc 11, 1-14: Borricos de Dios llamados para dar fruto
La entrada triunfal de Jesús en Jerusalén nos invita a fijar nuestra mirada en el borrico y la higuera y sacará conclusiones importantes para nuestra vida de apostolado y frutos.