Este domingo se nos presenta la figura del joven rico. Quería a Jesús y se postra a sus pies y le pregunta que es lo que debe hacer para hererdar la vida eterna. Pero su corazón ya estaba ocupado por la riqueza. Y se va triste.
Tema: Pobreza
Servir a Dios o a las riquezas
Jesús nos dice que el amor a Dios y a las riquezas es incompatible. No podemos servir a dos señores. Quiere liberarnos de la dictadura de las riquezas.
Mirar a la eternidad
Hay que evitar vivir como si el presente lo fuera todo. Esto se va a acabar. Hay que vivir mirando a lo eterno, a lo que no pasa.
Los pobres
Las Palabras del Señor nos llevan a reflexionar sobre las distintas pobrezas y nuestro papel como brazos del Cuerpo Místico de Cristo que es la Iglesia.
Yo soy el joven rico
Todos tenemos algo del joven rico. Todos tenemos mucho futuro todavía y todos tenemos muchas riquezas, mucho talento y mucho tiempo a nuestra disposición. Cristo nos ofrece un programa de vida que nos hará felices: dar la vida por los demás.
Un corazón enamorado
Para seguir a Jesús con libertad hace falta un corazón enamorado. Los bienes pueden ser frenos si ponemos en ellos el corazón.
Pobres de espíritu
Profundizamos en la primera bienaventuranza. «Bienaventurados los pobres de espíritu porque de ellos es el Reino de los Cielos». ¿Quiénes son los pobres de epíritu? ¿Yo puedo serlo?