Quiero que, como de Jesús, de mí salga luz.
Tema: Santidad
Gente magnánima
El ejemplo del amor de Jesús, el más grande, el más fiel, el más fecundo tira de nuestro amor hacia arriba. Estamos necesitados de almas grandes para misiones grandes. El ejemplo de los santos nos puede ayudar y convencer.
Inmaculada, casada y Virgen
José y María fue un matrimonio bendecido por Dios. Los matrimonios cristianos a la luz de Amoris Laetitia y de la Virgen Inmaculada podemos aprender a ser santos.
Derribando muros con María
No podemos vivir divididos. Somos una única persona. Y como esa única persona nos relacionamos con Dios, con los nuestros, con los demás, nos divertimos y trabajamos. A María le pedimos huir de ver el trabajo y el estudio como algo a parte en nuestra vida e integrarlo en nuestra misión como cristianos.
El hogar de Nazareth
En el hogar de Nazareth se fraguó buena parte de la vida del Señor, de sus palabras, de sus parábolas, de su sabiduría, de su conocimiento. El hogar es un lugar que santifica.
Brillantes en lo ordinario
Estamos llamados a ser santos, pero nuestras vidas distan mucho de las de los santos. Parece que no hay camino para nosotros… nuestro camino es el de lo ordinario. Se trata de no ser mediocres en lo ordinario sino más bien, ser brillantes.
Ser valientes con Cristo
A veces no terminamos de decir que sí a Cristo porque nos falta contar con la gracia de Dios que multiplica por infinito nuestras capacidades.
Ser pequeño para ser grande
Un esfuerzo constante en nuestro corazón: ser los primeros, los grandes, los considerados, los reconocidos. Un esfuerzo de nuestra alma: seguir el camino de los pequeños, los desconocidos, los últimos… camino de santidad, grandeza del Cielo.