Mc 4, 35-41: La tempestad calmada
Semilla poderosa
Amor a la Virgen
Mantener una conversación con María es propio de un hijo. Hablar con María es hacer oración porque ella está en el Cielo en presencia de su Hijo. Lo que a ella decimos, agrada al Hijo, y ella nos escucha y nos ayuda.
Mc 4, 21-25: Parábolas de la lámpara y la medida
Está endemoniado y loco…
Los fariseos acusan a Jesús de estar endemoniado y actuar por el poder del mal.