¡Cuánto me cuesta algo tan sencillo como reconocer que no soy Superman!
Tema: Confesión Sacramental
Un gym para el alma
Igual que necesitamos hacer ejercicio para nuestro cuerpo, necesitamos hacer ejercicio para nuestra alma. Y ese ejercicio se hace de un modo claro en la oración personal. No es algo secundario. Es fundamental.
El cielo estalla de alegría
Cada vez que pedimos perdón en el cielo se monta una fiesta como no hemos conocido. Dios se llena de alegría y la difunde en todos los rincones porque su hijo ha vuelto a casa.
Volver a Cristo
En el tiempo de Cuaresma, lo propio es volver a Cristo. Quizá no estamos lejos de él, pero siempre hay cosas que convertir en nuestra alma. El mejor ejemplo de vuelta a Casa es el del Hijo pródigo.
Estad siempre alegres
La figura de Juan el Bautista nos deja un mensaje: allanad el camino al Señor. Un mensaje que es una misión para todo este tiempo. Ponernos a ello, remover los obstáculos y rellenar los baches que impiden a Jesús llegar a nosotros, es la fuente de la verdadera alegría.
Leprosos ante Dios
El evangelio del leproso nos ayuda a comprender mejor la fuerza del pecado en nuestra vida y la mayor fuerza del amor de Dios que todo lo vence.
Un abrazo de amor: la confesión
El don de la Gracia
Considerar el Amor de Dios por nosotros nos impulsa a convertirnos, a abandonar los miedos y confiar en su Bondad. Dios nos cuida más que a los gorriones. Valemos mucho más ante sus ojos.